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Asma infantil

 

Factores desencadenantes y control del asma

Los folletos Consejos para Recordar de donde fue extraida esta información han sido creados por la Comisión de Educación Pública de la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología.

El contenido de estos folletos sólo tiene propósitos informativos. No pretende reemplazar la evaluación de un médico. Si tiene preguntas o inquietudes médicas, llame a su alergista/inmunólogo.

 

El uso de medicamentos inhalados para el asma

 

Factores desencadenantes y control del asma

 

¿En qué consiste una reacción alérgica?

 

Asma inducida por el ejercicio

 

Asma y embarazo

 

El papel del especialista en alergias o inmunólogo

 
 

La importancia de las pruebas de investigación clínica

 
 

Condiciones de la piel

 

Infecciones recurrentes o de una gravedad desacostumbrada

 
 

Alergias a los alimentos

 
 

Alergia a las picaduras de insectos

 
 

Alergia al látex

 
 

Medicamentos para el asma y la osteoporosis

 
     
     
     

Factores desencadenantes y control del asma

El asma es una enfermedad crónica de los pulmones que afecta a más de 17 millones de norteamericanos. El asma se caracteriza por la inflamación de las vías respiratorias, con broncoespasmos intermitentes. El broncoespasmo es causado por la inflamación de los músculos que rodean las vías respiratorias. La inflamación reduce el tamaño de las vías respiratorias y por consiguiente dificulta la entrada y salida del aire en los pulmones. Esto crea los síntomas del asma:

  • Tos
  • Pecho apretado
  • Falta de aire
  • Respiración sibilante

Factores desencadenantes del asma

Varios factores pueden desencadenar los síntomas del asma, entre ellos:

  • Alérgenos
  • Irritantes como el humo del tabaco, olores fuertes
  • Cambios en el estado del tiempo
  • Infecciones virales o sinusales
  • Ejercicios
  • Enfermedad de reflujo gástrico (los ácidos del estómago fluyen hacia el esófago)
  • Medicamentos
  • Alimentos
  • Ansiedad emocional

Cada persona tiene sus propios factores desencadenantes. Si usted padece de asma, puede minimizar sus síntomas evitando los factores que los desencadenan, y trabajando con su médico para desarrollar un plan eficaz de tratamiento y control.


Alérgenos

La rinitis alérgica, o "fiebre del heno", es un factor de riesgo en el desarrollo del asma  de la rinitis alérgica y del asma pueden ser desencadenados por alérgenos, cualquier sustancia que provocan alergias, y que pueden ser:

  • Polen
  • Moho
  • Caspa de animales
  • Acáridos del polvo en la casa
  • Excremento de cucarachas
  • Alimentos

Si su asma es causada por alérgenos, es importante evitar el contacto con ellos. Vea a su alergista/inmunólogo para recomendaciones sobre medidas de control que lo ayuden a evitar los alérgenos.
Irritantes
Las vías respiratorias inflamadas de las personas asmáticas son hipersensibles a los irritantes ambientales. Los irritantes que pueden desencadenar y agravar el asma son:

  • Contaminantes en el aire como humo de tabaco, humo de madera, sustancias químicas en el aire y ozono
  • Contacto ocupacional con vapores, polvo, gases y emanaciones
  • Atomizadores u olores fuertes como perfumes, limpiadores domésticos, atomizadores para el cabello, vapores en la cocina (especialmente al freír), pinturas o barnices
  • Otras partículas en el aire como polvo de carbón, polvo de tiza o talco
  • Cambio en el estado del tiempo, como cambios de temperatura y humedad, cambios en la presión barométrica o vientos fuertes

Todos estos irritantes pueden agravar el asma, sobre todo el humo de tabaco. Varios estudios han indicado una mayor incidencia de asma en niños cuyas madres fuman. Nadie debe fumar en el hogar de un asmático.


Infecciones
Las infecciones virales como los catarros o la neumonía viral pueden causar o agravar el asma, especialmente en los niños pequeños. Estas infecciones pueden irritar las vías respiratorias (la nariz, la garganta, los pulmones y los senos), y esta irritación adicional a menudo provoca ataques de asma. Además, la sinusitis -una inflamación de las cavidades huecas alrededor de los ojos y detrás de la nariz- puede causar asma.

Ejercicios
El ejercicio físico agotador también puede causar ataques de asma. Respirar por la boca, hacer ejercicios con el aire frío y seco, o actividades fatigosas prolongadas como las carreras de media y larga distancia, pueden incrementar las probabilidades de sufrir asma inducida por el ejercicio (EIA). Para más información, vea el folleto Consejos en esta serie o hable con su alergista/inmunólogo.

Enfermedad de reflujo gastroesofágico
La enfermedad de reflujo gastroesofágico (GERD), una condición en la que los ácidos del estómago fluyen hacia el esófago, puede afectar a los pacientes con asma. Los síntomas pueden ser acidez severa o repetida, eructos, asma nocturna, incremento de los síntomas del asma después de las comidas o de hacer ejercicios, o tos y ronquera frecuentes. El tratamiento para el GERD también suele ser beneficioso para los síntomas del asma.

Medicamentos
Algunos adultos con asma pueden experimentar un ataque de asma debido a ciertos medicamentos, como la aspirina u otros fármacos antiinflamatorios no esteroidales (NSAID) como el ibuprofeno; y betabloqueadores (usados para tratar las enfermedades cardíacas, la alta presión arterial, la migraña y el glaucoma). Antes de tomar cualquier medicamento sin receta, las personas con asma deben consultar al médico.

Alimentos
En algunas personas, comer ciertos alimentos o ingerir ciertos ingredientes puede desencadenar síntomas de asma. Entre esos factores pueden estar la leche, los huevos, las nueces, la soya, el trigo, el pescado y los mariscos. Si cualquiera de estos alimentos causa ataques de asma, el mejor remedio es evitarlos.

Ansiedad Emocional
Los factores emocionales solos no pueden provocar asma. Sin embargo, la ansiedad y el estrés nervioso pueden causar fatiga, que a su vez puede incrementar los síntomas de asma y agravar un ataque. Como con cualquier otra condición crónica, el descanso, la nutrición y los ejercicios adecuados son importantes para el bienestar general y pueden ayudar a manejar el asma.

Control del asma
Como el asma es una enfermedad crónica, requiere un control continuo y un tratamiento apropiado. Según las Pautas Nacionales para el Diagnóstico y el Control del Asma (Programa Nacional de Orientación y Prevención del Asma, Institutos Nacionales de Salud, 1997), el tratamiento del asma tiene cuatro componentes principales:

  • El uso de medidas objetivas del funcionamiento pulmonar (como medidores de flujo máximo y espirómetros) para evaluar la severidad del asma y para vigilar el curso del tratamiento
  • Medidas de control ambiental para evitar o eliminar factores que causan síntomas o ataques de asma
  •   Terapia con medicamentos para el control a largo plazo, con vistas a revertir y prevenir la inflamación de las vías respiratorias, así como terapia para manejar los ataques de asma
  • Orientación del paciente para fomentar una asociación entre los pacientes, su familia y el médico y otros proveedores de cuidado de la salud

Según las Pautas, hay seis objetivos generales para el control eficaz del asma:

  • Prevenir síntomas crónicos y molestos
  • Mantener una respiración (casi) "normal"
  • Mantener un nivel de actividad normal, incluidos los ejercicios
  • Prevenir ataques recurrentes de asma, y minimizar la necesidad de visitar la sala de emergencia o de hospitalizaciones
  • Proporcionar una terapia con medicamentos óptima, con efectos adversos mínimos o nulos
  • Cumplir con las expectativas de pacientes y familiares de un cuidado satisfactorio del asma

Cada persona con asma tiene sus objetivos específicos. Compártalos con su médico, para que pueda concentrarse en ayudarlo a alcanzarlos. Es muy probable que cuando se alcancen sus objetivos específicos, los objetivos generales mencionados anteriormente también se hayan alcanzado.
Usted y su médico pueden trabajar juntos en la consecución de estos objetivos para garantizar un buen control de su asma. Tener asma no debe impedirle participar en actividades normales.

Tratamiento con medicamentos
 El control del asma comprende el uso de medicamentos apropiados para prevenir y controlar los síntomas del asma y para reducir la inflamación de las vías respiratorias. Los medicamentos para el asma se clasifican en dos clases generales: medicamentos de alivio rápido y medicamentos de control a largo plazo. Los medicamentos de alivio rápido que se usan para dar un alivio temporal de los síntomas son:

  • Los broncodilatadores, generalmente usados como "medicamentos de rescate", abren los tubos bronquiales para que pueda pasar más aire. Los broncodilatadores comprenden beta-agonistas y anticolinérgicos, y vienen en forma inhalada, en tabletas, en líquido o para inyectar.

Los corticosteroides se administran para uso a corto plazo por vía oral o inyectados para acelerar el remedio de la inflamación de las vías respiratorias. Los medicamentos de control a largo plazo se toman diariamente para controlar la inflamación de las vías respiratorias en el asma persistente. Esta clase abarca:

  • Los corticosteroides inhalados son la terapia a largo plazo más efectiva para el asma persistente. Generalmente son bien tolerados y seguros en dosis recomendadas.
  • El cromoglicato o nedocromil detiene el desarrollo de la inflamación en los pulmones, y también ayuda a prevenirla. La respuesta a estos dos es menos predecible que la respuesta a los corticosteroides inhalados. Estos medicamentos son muy seguros.
  • Los modificadores de leucotrieno combaten las potentes sustancias químicas llamadas leucotrienos, que contribuyen a la inflamación de las vías respiratorias. Son por lo general seguros, pero carecen de la capacidad de controlar la inflamación en el mismo grado que los corticosteroides inhalados.
  • Los agonistas beta-2 inhalados de acción prolongada ejerce n un efecto por un lapso de 8 a 12 horas y son de acción prolongada y beneficiosos cuando se añaden a corticosteroides inhalados.
  • Las metilxantinas proporcionan una dilatación entre suave y moderada de las vías respiratorias y pueden tener un efecto antiinflamatorio suave. La teofilina es la metilxantina que se usa con más frecuencia.
  • El omalizumab se aprobó en 2003 como una nueva clase de terapia, conocida como anti-IgE, para pacientes con un asma alérgica persistente entre moderada y severa. El IgE es un anticuerpo que todos tenemos y que es responsable de causar problemas alérgicos en algunas personas. Puede reducir las reacciones alérgicas causando que el IgE libre desaparezca del organismo, de manera que el IgE no pueda adherirse a los alérgenos como los acáridos del polvo, el moho, la caspa de los animales y el polen.

La terapia de combinación, con la adición de un agonista beta-2 de acción prolongada a dosis entre bajas y medias de corticosteroides inhalados, mejora el control del asma. Añadir un modificador de leucotrieno o teofilina a corticosteroides inhalados también puede mejorar el control del asma, pero la evidencia no es tan sustancial.
Siempre siga las instrucciones de su médico sobre el uso y la dosis apropiada de sus medicamentos recetados.
Mientras mejor informado esté sobre los factores desencadenantes y el control de su asma, menos interferirán los síntomas del asma con sus actividades. Es importante evitar sus factores desencadenantes, trabajar con su médico en un plan de control y tomar medicamentos apropiados, según se han recetado. Juntos, usted y su alergista/inmunólogo pueden trabajar para garantizar que el asma no interfiera con su calidad de vida óptima.
La publicación Cómo el alergista/inmunólogo puede ayudar: pautas de consulta y referencia citando las pruebas de la AAAAI proporciona información para ayudar a los pacientes y a los profesionales del cuidado de la salud a determinar cuándo un paciente puede necesitar una consulta o un cuidado especializado del alergista/inmunólogo. Los pacientes deben ver a un alergista/inmunólogo si:

  • Necesitan confirmar el diagnóstico de asma
  • Tienen asma y sus síntomas empeoran tras la llegada de una nueva mascota a la casa
  • Tienen un historial de asma estacional o persistente, para evaluar su sensibilidad a los alérgenos inhalados y proporcionar instrucciones sobre las medidas para evitarlos
  • Necesitan orientación sobre el asma y las técnicas de autocontrol
  • Necesitan medicamentos para aliviar el asma diariamente
  • No están usando los medicamentos como se recetaron, lo cual está limitando su capacidad de controlar su asma

Para más información sobre cualquiera de los temas mencionados en este folleto, vea los folletos de Consejos apropiados en esta serie o hable con un alergista/inmunólogo.

Su alergista/inmunólogo puede darle más información sobre los factores desencadenantes y el control del asma.

 


 
       

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